lunes, 8 de junio de 2009

La tensión no cede

El foco de tensión concentrado entre los kilómetros 4 y 17 de la carretera que une las ciudades de Tarapoto y Yurimaguas ha iniciado una cuenta regresiva. Tras 34 días de paralización de esta vía, esta continúa bloqueada por más de mil manifestantes, entre ellos nativos de las etnias Cocama Cocamilla, Candoshi, Shawi y Shibilo, lo que ha ocasionado un desabastecimiento de combustible y podría generar graves problemas en el suministro eléctrico de ambas ciudades. Al cierre de esta edición, ya se encontraba un contingente policial en Tarapoto que podría desalojar en las próximas horas a los manifestantes.
Mientras tanto, las denuncias de enfrentamientos y cuerpos encontrados no cesaron ayer, tanto en Amazonas como en Loreto. La última fue la registrada en la comunidad Ciro Alegría, en Bagua, donde, según Canal N, habría sucedido una gresca entre nativos y policías que dejó un comandante muerto y un mayor herido. Sin embargo, fuentes militares consultadas por este Diario desmintieron el hecho. Otro suceso que encendió la tarde de ayer se presentó en Loreto. El dirigente nativo del Comité de Lucha Indígena, Wagner Musoline, aseguró a El Comercio que dos grupos de 500 nativos cada uno habría tomado el lote 1AB ubicado en la provincia de Datem del Marañón y la batería Huayuri, en el distrito Trompeteros, en la provincia de Loreto Nauta, ambas de la empresa Pluspetrol. No obstante, la compañía petrolera anunció, en un comunicado, que en ambos lotes no tenían problemas.
Por su parte, el viceministro del Interior, Wilson Hernández, informó que no le habían reportado ningún disturbio en los aeródromos de Andoas o Villa Trompeteros, en los cuales, según los indígenas, se habrían producido actos de violencia.
MÁS VÍCTIMAS
Hernández agregó que se había recuperado el cuerpo sin vida del comandante PNP Miguel Montenegro, quien desde el viernes estaba desaparecido. Este era el jefe del destacamento policial que vigilaba la estación 6 de Pluspetrol y fue secuestrado por los nativos.
También dijo que se había rescatado con vida al suboficial Paulo Paredes Paucar, a quien encontraron con problemas de conjuntivitis y deshidratación. Hasta el momento son 24 policías y nueve civiles muertos.
Mientras tanto, en la provincia de Utcubamba, en Amazonas, se hallaron tres fusiles AKM, una gran cantidad de municiones, uniformes y cascos de los policías asesinados el viernes en la Curva del Diablo y en Siempre Viva. Estos estaban en poder de tres nativos que se encontraban junto a otros 500 en el centro pastoral de la Iglesia Católica en Bagua Grande. Los responsables, entre ellos un menor de 16 años, fueron detenidos.

Fuente: El Comercio del 08.06.09

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