jueves, 22 de octubre de 2009

Evalúan emisiones vehículares en Lima

Si esta vez se cumple un compromiso por el bien de los pulmones de toda la ciudad, los grifos de Lima y Callao estarán prohibidos de vender diésel nacional desde el 1 de enero del próximo año.
Las refinerías Petro-Perú y Repsol solo podrán poner en el mercado capitalino diésel con cantidades de azufre cien veces menores a las actuales [de 5.000 partes por millón (ppm) a 50] y no tendrán otra salida que importarlo, pues sus plantas todavía no están listas para producir un combustible más limpio.
Así lo establece el Decreto Supremo 061-2009 —aprobado en setiembre pasado— y que ayer fue resaltado por Luis Tagle Pizarro, coordinador ejecutivo del Comité de Gestión de la Iniciativa de Aire Limpio para Lima y Callao, durante el inicio de la semana del control de emisiones de gases vehiculares en la capital.
Ese comité, integrado por los ministerios de Transportes, Producción, Ambiente, Energía y Minas, Salud y otras entidades públicas, realizará mediciones de los gases emitidos por los autos en circulación hasta este 30 de octubre para elaborar una línea de base previa a la entrada en vigencia del D.S. 061.
Ello permitirá comparar los índices registrados este año con los que se tomarán en el 2010 en el mismo período para comprobar si disminuyeron las emisiones contaminantes del transporte en la capital.
Además, según Tagle, la muestra tomada en nueve zonas de Lima y Callao servirá para conocer el impacto de las revisiones técnicas en la disminución de las emisiones vehiculares.
En los resultados de ayer, de 80 vehículos evaluados solo el 12% excedió los límites máximos permisibles de gases contaminantes como el dióxido de azufre (SO2) y monóxido de carbono (CO).
Pero habrá que esperar los resultados totales de la muestra para elaborar conclusiones, pues vale recordar que el 52,41% de los 6.718 vehículos que desaprobaron la revisión técnica (entre enero y abril de este año) tuvo problemas de emisión de gases, según Lidercon Perú.
IRRESPONSABILIDAD
Mientras otros países endurecen el control de azufre en sus combustibles a un máximo de 30 o 50 ppm, las refinerías del Perú continuarán produciendo uno de los más sucios del mundo hasta el 2015.
De acuerdo con el director general de hidrocarburos del Ministerio de Energía y Minas, Gustavo Navarro, las refinerías tienen recién el 50% de avance en el proceso de adecuación tecnológica de sus plantas pese a que desde el 2005 están obligadas a cumplir esta medida.
Este problema tiene altos costos para la salud y la economía del país. Con combustibles limpios podría reducirse la polución, y por lo tanto, el número de infecciones respiratorias. También así el Estado dejaría de gastar S/.547 millones anuales en atención en salud por la contaminación atmosférica.
Por ello, tanto organizaciones ambientales como la Defensoría del Pueblo han rechazado la prórroga dada por el Gobierno a las refinerías y tomado con cautela la alternativa dada solo para Lima y Callao.
EN PUNTOS
Los altos niveles de azufre en el diésel impiden la importación de vehículos con mejores tecnologías. Estos requieren combustibles más limpios.
Según los análisis de las muestras recogidas por Osinergmin, las refinerías de La Pampilla (Repsol-YPF) y Talara (Petro-Perú) no mejoraron su calidad de diésel entre el 2005 y el 2008.