martes, 12 de mayo de 2009

LAS CONCESIONES TURÍSTICAS EN ÁREAS NATURALES PROTEGIDAS


Por: Abg. Henry Carhuatocto Sandoval

En el Perú, el desarrollo del turismo fue interrumpido en la década del ochenta (80) debido a la violencia política y crisis económica en que estaba envuelto. No obstante ello, pacificado el país a principios de los noventa, le basto una década para convertirse en el año 2003, en la tercera actividad económica generadora de divisas a nivel nacional y una importante fuente de trabajo.[1] De acuerdo a las estadísticas del Ministerio de Comercio Exterior y Turismo (MINCETUR), en el año 2004 generó 1 168 millones de dólares en divisas (que representan el 10,86% del total de las exportaciones); en 2005, el ingreso al país de 1,47 millones de turistas generó de manera directa e indirecta el 3,1% del empleo formal.[2]

La aportación que el turismo puede realizar al alivio de la pobreza de los Países en Vías de Desarrollo- PVD, no obstante ello el Primer Encuentro Internacional sobre Turismo Justo (Málaga, 2006) advierte lo siguiente:

·La actividad turística puede ejercer de motor en los procesos de desarrollo económico de los PVD.
·El turismo no es, el gran remedio al subdesarrollo.
·La actual configuración del sector pueden generar mayor dependencia estructural de las economías atrasadas.
·La actividad turística puede generar divisas, pero también pueden salir divisas desde las economías menos desarrolladas a las más desarrolladas.
·El empleo en estadios más avanzados del desarrollo turístico puede exigir mayor grado de especialización.
·La actividad turística implica gran cantidad de enlaces intersectoriales.

En el citado encuentro internacional además define al turismo justo ciomo la actividad turística donde participan agentes locales, existiendo una distribución equitativa y transparente del valor añadido, asumiendo los principios de sostenibilidad. El turismo justo tiene un carácter multidimensional:

·Dimensión Comercial. Se produce y comercializa en el mercado y contempla las negociaciones entre agentes, que deben ser transparentes y no impuestas.
·Dimensión Económica. Existe un valor añadido que se distribuye en base al trabajo y no exclusivamente a la disponibilidad de capital.
·Dimensión Ética. Exige el respeto a los derechos humanos y laborales.
·Dimensión Sostenible. Incorpora prácticas sostenibles a nivel social, cultural y ambiental.
·Dimensión Política. Fomenta la creación de espacios de participación democrática.
·Dimensión Educativa. Propicia procesos de autoaprendizaje entre la población local y los visitantes, apoyándose en la sensibilización en origen y la capacitación en destino.

Los principales atractivos turísticos que tiene el Perú pueden estar organizados en tres grupos: patrimonio arqueológico histórico (turismo cultural), atractivos de naturaleza (ecoturismo) y las culturas vivas (turismo rural).[3] El turismo en general también se favorece por la heterogeneidad geográfica y cultural, las extensas áreas naturales protegidas que poseemos, la riqueza historia, culturas y tradiciones, la multiculturalidad y multietnicismo existente entre otros factores.[4]

El turismo es el conjunto de actividades que realizan las personas durante su viaje y estancia en lugares distintos a los de su entorno habitual por un periodo de tiempo consecutivo inferior al de un año con fines de recreo, negocios y otros. Asimismo, se considera turista a aquella persona que realiza un viaje, por cualquier motivo diferente al de ejercer una actividad remunerada en el lugar visitado, fuera de su entorno habitual y que pernocta en el lugar visitado. Asimismo se denomina excursionista a aquella persona que visita un lugar por un periodo inferior a las veinticuatro (24) horas, siendo habitual que por ello se la tarifa de ingreso a lugares turísticos sea inferior al que se le cobra a un turista en estricto.

Por otro lado, el vertiginoso crecimiento de las actividades turísticas ha provocado la diversificación de modalidades turísticas a fin de cubrir la mayor parte de los nichos y segmentos del mercado de esta actividad económica a nivel mundial. Así, una de las modalidades turísticas que ha surgido con gran auge en los últimos años, es la del turismo en áreas naturales protegidas, la cual ha mostrado un incremento que varía según las regiones y países.

La conservación del ambiente y la actividad turística tienen una alianza indisoluble que se remonta a los orígenes de la protección de espacios naturales y lugares históricos. Obsérvese, el caso de la primera área protegida (Parque Nacional Yellowstone en EE.UU, 1872), donde se privilegió la actividad turística y recreativa de estos espacios naturales, otorgándosele con el devenir del tiempo un mayor relieve a la conservación de la biodiversidad in situ.

Recordemos que la actividad turística constituye uno de los objetivos de las áreas naturales protegidas conforme se aprecia del inciso k del artículo 2º de la Ley de Áreas Naturales Protegidas, dada por Ley 26834, la cual textualmente señala:

“k. Proporcionar oportunidades para la recreación y el esparcimiento al aire libre, así como para un desarrollo turístico basado en las características naturales y culturales del país.”

Asimismo, el mismo artículo señala en sus incisos l) y m) lo siguiente:

“l. Mantener el entorno natural de los recursos culturales, arqueológicos e históricos ubicados en su interior.
n. Conservar la identidad natural y cultural asociada existente en dichas áreas.”

La actividad turística en las áreas naturales protegidas es una herramienta eficaz y eficiente que puede contribuir de manera responsable a la conservación y gestión del área natural, considerando en su planificación otras actividades propias del área.

En ese sentido, el sector privado del turismo debe contribuir y participar en la conservación de las áreas naturales protegidas, generando puestos de trabajo y movimiento comercial que aporten al desarrollo sostenible local y regional.

La generación de la conciencia ambiental a través del turismo dentro de las áreas naturales protegidas, entre los visitantes y los residentes, contribuye a la valoración de los recursos naturales y culturales de las áreas naturales protegidas.[5]

[1] Informe Nacional del Ambiente en el Perú (Geo Perú).PNUMA. CONAN/ Presidencia del Consejo de Ministros. Lima – Perú. 2006. p.55.
[2] El turismo es una de las actividades económicas con mayor crecimiento a nivel mundial, según la Organización Mundial de Turismo (OMT) crece a una tasa de 4.3% anual, este crecimiento asociado al potencial de la actividad para generar empleo, disminuir la pobreza y apoyar el desarrollo sostenible de las poblaciones locales, ha colocado a esta actividad como una de las principales a desarrollar y potencializar por parte de los gobiernos a nivel mundial.
[3] Informe Nacional del Ambiente en el Perú (Geo Perú).PNUMA. CONAN/ Presidencia del Consejo de Ministros. Lima – Perú. 2006. p.55.
[4] Galarza, Elsa y otros. Ruta hacia el desarrollo sostenible del Perú. Universidad del Pacífico. Lima- Perú.2003. p.63
[5] Cfr, Propuestas de Directrices y Lineamientos de Políticas en Áreas Naturales Protegidas. Grupo de Turismo del Plan Director ANPs. Cristina Cox, Karen Price y Federico Murrugarra.
Extracto de Henry Carhuatocto. Guía de Legislación Ambiental (en prensa). abril 2009